lunes, 17 de febrero de 2025

TAREAS 17 DE FEBRERO - Belen

Poema

Con las horas contadas


Con las horas contadas

me atrevería a enviarte mi resplandor 

a tu ventana

para que me veas y recuerdes

que estoy a tu lado


Te contaría las historias 

que me tienen atrapada
te hablaría por las mañanas 

y te llamaría por las noche 

y haría silencio para escuchar tu voz.


Solo con las horas contadas

invadirá de nostalgia mi padecer

y me acercaría a ti, lèeme.

Lèeme la carta que me envías

a mi mansión de recuerdos

que me arrebatan entre las sombras.


Con las horas contadas 

hermana mía

te digo que te amo



Con las horas contadas Corregido


Con las horas contadas
hermana mia

te contaría las historias 

que me tienen atrapada
te hablaría por las mañanas 

y también te llamaría  por las noche

y haría un silencio para escuchar tu voz.

Solo con las horas contadas

no invadiría de nostalgia mi padecer

y me acercaría a ti, escribiendo.

Lee la carta que te escribo

desde mi mansión de recuerdos

que me arrebatan entre las sombras.


Con las horas contadas

hermana mía

te digo que te quiero.


Carta de uno que se va a suicidar


Hoy escribo estas últimas palabras donde va a quedar inmortalizado mi próximo acto.
No encontré la manera de decir mi sentir, la tristeza me invade el alma, que ya no quiere quedarse , donde quiero dejar mi sufrir y dejarme ir, la paz que anhelo es tan profunda que no obtengo respuesta por mas que lo intente , no veo soluciones, aterrador es mi futuro en esta tierra.


Llegó mi hora, la que pacte conmigo , para caer en la soledad del recuerdo, me expongo ante ustedes  y les pido perdón por  lo que voy hacer.

La muerte antes de llegar me envió su soledad, la tome de la mano y me distrajo planeando este acto, escabullido y rotundo, les  pido perdon, quizas crean que no los amo, pero no quiero parecer inmortal, hoy me voy, no se queden en mi recuerdo, déjenme ir a un mejor mundo, aquí ya nada puedo hacer. 

Espero que me perdonen algun dia, pero la decision es mia, mi valentía hoy se refleja, con el mismo coraje que no tuve estos últimos años. 

Los amo, los amare siempre donde esté, y trataré de huir de sus pensamientos, no me lloren, no me lamenten, es una decisión que en mi está presente. 

A Dios.









Alfonsina Storni nació en Sala Capriasca, Suiza, en 1892 y se suicidó en Mar del Plata, en 1938. En 1896 se trasladó con su familia a Argentina, donde desarrolló la totalidad de su obra poética. En la ciudad de Rosario, participó en actividades por la reivindicación de los derechos sociales, enrolada en las filas anarquistas.
Entre sus libros de poesía se encuentran: La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920), Ocre (1925), Mundo de siete pozos (1934), Mascarilla y trébol (1938)

Alfonsina Storni  
Pudiera ser

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
de familia en familia, de mujer en mujer.

Dicen que en los solares de mi gente medido
estaba todo aquello que se debía hacer…
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
de mi casa materna… ¡Ah!, bien pudiera ser…

A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.

Y todo esto mordiente, vendido, mutilado,
todo esto que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que, sin quererlo, lo he liberado yo.

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